Sánchez releva a Dolores Delgado al frente de la Fiscalía General del Estado

Dolores Delgado deja la Fiscalía General del Estado tras un mandato de dos años y medio lleno de críticas. La ex diputada y ex ministra socialista de Justicia, que accedió al cargo con polémica por su paso del Gobierno al Ministerio Público tras haberse presentado en las listas del PSOE a las elecciones generales de 2019, ha renunciado por motivos personales, según fuentes de su entorno. Su relevo lo ha precipitado la lenta recuperación de una intervención quirúrgica en la espalda aunque, en las últimas semanas, su labor al frente de la Fiscalía estaba siendo muy cuestionada.

Hoy el Consejo de Ministros, a propuesta de la ministra de Justicia Pilar Llop, ha nombrado a Álvaro García Ortiz, fiscal de Sala y jefe de la Secretaría Técnica de la Fiscalía General del Estado, como sustituto de Delgado. El nuevo jefe del Ministerio Público, persona de la confianza de su antecesora, ingresó en la carrera en 1998. Estuvo destinado en Santiago de Compostela y fue fiscal delegado de Medio Ambiente.

La renuncia de Delgado, adelantada por El Confidencial, llega en un contexto de críticas hacia su persona. Hace unas semanas, el pasado mes de abril, el Tribunal Supremo reprendió a Delgado en una sentencia en la que anulaba uno de sus nombramientos por carecer de la suficiente motivación. Los magistrados afearon a la ex Fiscal General del Estado que antepusiera un currículum con apenas tres méritos frente a los más de 80 acreditados por el candidato que fue rechazado. Los dedazos han sido una de las muchas críticas que ha recibido en estos dos años y medio que ha estado al frente del organismo.

Esa actitud provocó que, hace apenas un mes y medio, tanto la Asociación de Fiscales como la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales criticasen la decisión de la fiscal general del Estado tachándola de  «despropósito» que «roza la prevaricación». Delgado justificó su elección en la «perspectiva de género», porque, según se reflejaba en el informe que motivaba el nombramiento, el otro candidato al puesto adolecía de «falta de sensibilidad para el abordaje de las cuestiones jurídicas» desde esta perspectiva.

Ascenso

Hace unas semanas, su partido, intentó asegurarle un ascenso laboral para cuando llegase el momento de hoy, el de su marcha. El PSOE finalmente retiró la polémica enmienda, al ver que no tenía apoyos ni entre los grupos de la oposición ni entre sus propios socios, que hubiera permitido blindar el futuro laboral de Dolores Delgado cuando acabase su mandato como fiscal general del Estado. Una forma de agradecer los servicios prestados a la que fuera ministra de Justicia.

De haberse producido esta cacicada impulsada por Sánchez, con la firma de Llop, Delgado podría haber disfrutado de la máxima categoría de la carrera fiscal -fiscal de Sala del Tribunal Supremo- una vez fuese cesada de su actual puesto como responsable del Ministerio Público, en lugar de volver a su plaza como fiscal en la Audiencia Nacional.

Comunicado

En un comunicado, la Fiscalía General del Estado explica que Dolores Delgado, de 59 años se sometió a una intervención de urgencia en la columna vertebral, que consistió en la eliminación de un quiste sinovial que comprimía el conducto de dos vértebras, así como la eliminación de una fractura de la faceta articular de la vértebra.

Es «una columna muy afectada que obligará a nuevas intervenciones quirúrgicas», explica la Fiscalía.

El comunicado destaca lo «difícil» de una decisión en la que Delgado ha tenido que conjugar «su inequívoca vocación de servicio público con un alto sentido del deber y responsabilidad, lo que le ha llevado a la convicción de que no se encuentra en las condiciones físicas exigidas para tan alta función».